Desde un invernadero en el municipio de Pedro Escobedo, Querétaro, salen 14 mil lechugas al mes para centros comerciales como Soriana, Comercial Mexicana, City Fresco, HEB e incluso algunos restaurantes gourmet de la ciudad de México.

La empresa mexicana Organika inició con la producción hidropónica de lechugas hace 14 años y a la fecha producen seis variedades: italiana verde, italiana roja, doble verde, doble roja, francesa y baby romana.

En la media hectárea que ocupa el invernadero de Querétaro, se tiene la capacidad de producción de 28 mil lechugas al mes, actualmente se cosecha la mitad debido a mejoras y cambios en el equipo de producción.

De acuerdo con el director del invernadero de Organika en Querétaro, Juan Manuel López, las diferencias entre las lechugas cosechadas convencionalmente y las suyas, de semilla holandesa y con un precio en el mercado de 28 a 32 pesos, son el sabor, el tiempo que duran frescas, crujientes, sin oxidarse y una mayor calidad.

En las albercas con que cuentan, explicó, la densidad de vegetales que tienen es mayor a la del suelo y una de las mayores ventajas del cultivo hidropónico es que el productor tiene un ingreso constante todo el año, pues en un área de 240 metros cuadrados se produce muy buen ingreso, afirmó.

Indicó que las albercas deben nutrirse y cuando los parámetros de conductividad eléctrica y PH son los ideales se ingresa el producto, esto marca cuándo deben nutrir, cuándo deben poner agua, cuándo meter ácido y nivelarlo.

Explicó que en la etapa de germinación pasan alrededor de 21 días y cuando tiene cinco hojas se hace el trasplante a las cuatro albercas, ahí inicia el proceso de trasplante, se pasan a alta densidad, después a baja densidad y se va a la etapa de cosecha; el ciclo dura ocho semanas.

“Con esto generamos una fuente de trabajo a la gente del pueblito, son siete, pero además tenemos un área de venta en México que nos apoya. Con el crecimiento pensamos llegar hasta 30 empleos”, destacó en entrevista con el Diario de Querétaro.

Organika tiene planes para ampliar su área de producción en por lo menos dos hectáreas más, con lo que les sería posible implementar tecnología novedosa que escasea en México, el sistema NGS recirculante que potencia y reduce el uso de agua, además de garantizarles la certificación como producto orgánico.

Para esto cuentan con el apoyo de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), lo que les permitiría también incursionar en la producción de fresas, pues buscan productos cuyos precios en el mercado sean estables; lo más importante para el mercado en la actualidad es la calidad del tipo de agua con la que se riegan los productos, señaló el director del invernadero, Juan Manuel López

“Nuestra necesidad de crecimiento es de dos hectáreas que proponemos, incluye que ese corredor, conecte las dos hectáreas y poner en medio el área de empaque para que los carritos no deterioren el piso”, apuntó.

De concretarse este plan de crecimiento, la empresa podría producir aproximadamente 100 toneladas por hectárea en un ciclo.

“Esto es tecnología, cada alberca es independiente, el siguiente paso es una banda que nos permitirá certificarnos y con eso tenemos posibilidades de exportación, esa tecnología no existe en México, la queremos poner en una curva de aprendizaje que como iniciativa privada estamos dispuestos a pagar ese riesgo para que la gente vea que es una buena opción”, agregó.