Chihuahua sembrará 120 mil hectáreas de algodón este año

Chihuahua es el principal productor de algodón en el país; con un promedio de 100 mil hectáreas sembradas por año, lo que significa una derrama económica cercana a los 5 mil millones de pesos en cada ciclo de siembra.
La Unión de Productores de Algodón y el Comité Estatal Sistema Producto informó que para este 2017 se proyecta una siembra de 120 mil hectáreas en Chihuahua; para Durango y Coahuila 20 mil, Tamaulipas 8 mil, Sonora 6 mil, Sinaloa mil 500 y Baja California Norte 25 mil hectáreas.
De las más 100 mil hectáreas que en promedio se siembran en Chihuahua, se exportan entre 250 y 400 mil pacas de algodón a Estados Unidos, China, Japón y diversas empresas europeas, situación que se traduce en derrama económica y generación de empleo.
La gran producción estatal se debe a la alta tecnología, al uso eficiente del agua y a estar libres de plagas, debido a los convenios firmados entre las autoridades estatales, la Sagarpa, los productores y el departamento de agricultura de Estados Unidos.
El vicepresidente de la Unión de Productores de Algodón y el Comité Estatal Sistema Producto, Alfonso Blancas Aguirre, detalló que se ha trabajado especialmente en la conservación del medio ambiente con la utilización de nuevas tecnologías, a las que los productores han estado muy abiertos buscando mejorar sus procesos.
Expuso que el algodón es un cultivo tradicional de Chihuahua y que debido a su condición desértica, es en el estado en donde se obtiene una de las mejores fibras del mundo, aunque a nivel nacional México está muy lejos en términos de producción.
El representante algodonero destacó que existen 40 plantas despepitadoras en el estado, además de la maquinaria necesaria para poder sembrar y cosechar con gran éxito, como ha sido en los últimos años.
Entre las acciones a mediano y largo plazo, se encuentra fortalecer y actualizar el sistema de Fideicomiso de Garantía Líquida, para apoyar a los productores de bajos y medianos ingresos; mejorar y ampliar la oferta de instrumentos crediticios accesibles a los productores, con la participación efectiva de las instituciones de crédito en apoyo a los intermediarios financieros constituidos en el estado y fortalecer la vida económica del campo para evitar la participación de los campesinos en actividades ilícitas.