Central de Abasto de la Ciudad de México, la más grande del mundo

La Central de Abasto (CEDA) debe ser dignificada debido a su importancia económica y alimentaria para la capital y para el país, aseguró su director Sergio Palacios.

Al término de la presentación del libro “Central de Abasto de la Ciudad de México, la más grande del mundo”, Palacios puntualizó que los documentos generados por su 35 aniversario dan cuenta de que este sitio es más que delincuencia, problemas de tránsito e infraestructura en mal estado.

Más que el estómago del país, como suele decirse, es el motor”, recalcó.

Palacios dijo que el volumen es una invitación para que se conozca la central, por su carácter de mercado, como punto turístico e, incluso, de arte.

El mercado es mágico, es un resumen del país, sus olores, sus colores, hay que dignificarla y darle el lugar que se merece”, recalcó.

El libro, que cuenta con fotografías de Virro Borja y diseño de César Cejudo “El Cejas”, fue elaborado por Editorial Águeda y refleja gráficamente la actividad de ese mercado de 327 hectáreas.

A diario laboran en la central 90 mil personas; es visitada por 500 mil clientes y se maneja un flujo de recursos de 9 mil millones de pesos al año, convirtiéndola en el segundo punto de operaciones del país, después de la Bolsa de Valores.

El editor del libro, Víctor Hugo Rodríguez, destacó que la CEDA es un lugar deslumbrante que es difícil compactar en un sólo volumen, debido a sus dimensiones y a la cantidad de historias que ofrece.

Fue casi un año se investigación; es un híbrido entre mercado, tianguis, todo está por todos lados, digamos que es un relajo bien organizado, de hecho, estamos pidiendo a Guinness que sea el más grande del mundo.

Quienes escriben son las historias de la central, los naranjeros, los jitomateros, etcétera, está la idea de hacer libros por sectores”, comentó Rodríguez.

El chef Eduardo Witchtendahl Palazuelos, uno de los más importantes de México, explicó que la central ofrece una cantidad tan grande de productos que es imposible estar sujetos a los pedidos vía remota, y obliga a los profesionales de la cocina a ir a recorrerla para elegir los insumos adecuados y a crear redes con productores y locatarios.

Te da la oportunidad de acercarte al producto y la cocina empieza con el producto; hoy, los chefs pasamos más tiempo eligiendo y comprando que cocinando, porque si logras comprar el producto adecuado el resultado es ideal”, explicó Palazuelos.

El chef afirmó que tras conocer mercados en varios países del mundo, el rasgo que distingue a  los de México es que “los hace la gente”. (Excélsior)

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