Ante la inexplicable reducción en la población de abejas en el país, la Comisión Permanente del Congreso solicitó un informe a la Sagarpa sobre la situación que guarda la apicultura nacional y las medidas que se han instrumentado para alentar su producción.

Los legisladores piden que se especifique el tipo y uso de pesticidas que se utilizan en la fumigación de plagas para los apiarios o colmenares.

La apicultura en México tiene una gran importancia socioeconómica y ecológica, ya que es considerada como una de las principales actividades pecuarias generadora de divisas.

La miel es uno de los productos estrella para la exportación, actividad que, consideran los legisladores, está debilitándose, ya que de enero a mayo de este año, según datos oficiales, las exportaciones cayeron 52 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2015, y sólo se lograron exportar nueve mil 863 toneladas.

En la solicitud elaborada por los legisladores se destaca que en Chihuahua, Durango, Coahuila, Zacatecas y Querétaro miles de insectos no regresan a sus colmenas; en Yucatán y Campeche muchas colonias mueren, incluso han desaparecido apiarios.

Se asegura que la desaparición de abejas es un fenómeno que está ligado al uso de “neonicotinoides”, que se utilizan como insecticida y según algunos cálculos, de ocho mil colmenas sólo quedan cerca de dos mil 400.

Respecto a dicha situación, los apicultores señalan que la autoridad no controla el uso de pesticidas, por lo que atribuyen la muerte de las abejas a la aplicación de agroquímicos.

Las abejas son fundamentales para un equilibrio del medio ambiente, y constituyen una de la especies más importante entre los diferentes insectos, aves y otros animales. Por ello, la consciencia social sobre la realidad actual debe conducirnos a generar políticas públicas que tengan el objetivo de conservar la biodiversidad, y con ello la preservación y conservación del medio ambiente, de manera sustentable.