En San Pedro Huaquilpan, ejido de Zapotlán de Juárez, ya no es rentable el cultivo de cebada, pues únicamente produce 16 por ciento de ese cereal, comparado con lo que reciben por hectárea productores de Singuilucan, reconoció el presidente ejidal Víctor Hugo Pastén Téllez.

Subrayó que la producción en esta comunidad hidalguense se sigue manteniendo, aunque realmente no es costeable, “se trabaja porque se tienen las tierras y que no se queden ociosas”, pues como negocio ya no es rentable para los 385 integrantes de este ejido, además de que en el momento de su comercialización los precios en que adquieren la cosecha no son para nada competentes.

De las mil 900 hectáreas que componen el núcleo, 40 por ciento pertenece a la siembra de cebada. Esto ha venido a la baja debido a la mala calidad que tienen las tierras, el alto costo de la semilla, el incremento en insumos y el cambio climático.

Pastén Téllez afirmó que el ciclo agrícola ha cambiado debido a la presencia de lluvias atípicas, que merman la producción en las siembras de avena, que ocupan el 60 por ciento restante.

Asimismo, aseveró que las tierras de este ejido no son de la mejor calidad, son pobres en nutrimentos, por lo que no producen la cantidad de producto que se da en otras partes, ya que en San Pedro Huaquilpan una buena cosecha reditúa dos toneladas por hectárea, mientras que en otras partes del estado se obtienen entre cinco y seis toneladas por cada hectárea.

A pesar de esto, han obtenido el apoyo de parte de gobierno para aprovechar los espacios de siembra e incrementar la producción, pues consiguieron fertilizar las tierras con estiércol proveniente de la Cuenca Lechera de Tizayuca, pero el costo por viaje de 14 metros cuadrados de ese material rondaba los mil 200 pesos, de los cuales el gobierno aportaba hasta 900 y el resto debía ser absorbido por los productores, situación que no prosperó debido a la falta de recursos de algunos campesinos para pagar el flete. (Oana Reyes / Criterio)