Maíces de colores en primavera y girasoles en invierno

El Santuario de los Girasoles —ubicado en la comunidad El Espinal los Llanos, en el municipio Villa de Tututepec, Oaxaca— tiene una superficie de 3.5 hectáreas, la cual, con su cubierta florida en la temporada seca, da la impresión de ser un enorme jardín amarillo en medio de la costa oaxaqueña. Recientemente, ahí se realizó la Feria del Girasol Oaxaca 2020 para promover los beneficios de la diversificación de cultivos.

Con flores que llegan a rebasar los 30 centímetros de diámetro y tienen la peculiaridad de “seguir al Sol” —propiedad conocida como heliotropismo—, el girasol (Helianthus annuus) es muy llamativo como planta ornamental. Sin embargo, también es una excelente opción forrajera, y sus semillas sirven para extraer aceite o elaborar harina.

Un beneficio adicional de cultivar girasol es que sus flores proveen de néctar a cientos de insectos. Esto es particularmente útil en un contexto de cambio climático porque, en tiempos de sequía —cuando no hay flores disponibles en el entorno natural—, los girasoles cultivados se convierten en auténticos oasis para las abejas.

Todos estos beneficios son, sin embargo, una pequeña porción de todo lo que se impulsa a través de la Integradora Agroempresarial del Río Verde —organizadora de la feria— y la amplia red de innovación de la que forma parte. Los girasoles son, por decirlo de algún modo, la punta del iceberg de una acción por las comunidades y el medioambiente.

La integradora busca preservar el maíz nativo y fortalecer su cadena de valor. En ella participan 80 productores —indígenas mixtecos, chatinos y afromexicanos— que desde hace cuatro años exportan maíz a Estados Unidos e impulsan el desarrollo local promoviendo la gastronomía con maíz nativo tanto en las cocinas tradicionales como en la alta cocina. Por esta razón, en las instalaciones del santuario los maíces de colores son el cultivo principal que precede al girasol.

José Esteban Sotelo Mariche, representante de la integradora, comenta que el girasol y diversas leguminosas son parte de un proyecto de diversificación de cultivos “que se está trabajando con la Fundación Walmart y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) para que los pequeños productores aumenten sus ingresos, aprovechen mejor los espacios donde cultivan, nutran sus suelos y contribuyan a la economía local”.

“La propuesta de implementar girasol fue una recomendación del CIMMYT. Se introdujo como alternativa para mejorar el suelo, y posteriormente vimos en él muchos beneficios, como el apícola y el agroturístico —para promover el aceite comestible en restaurantes y el de uso cosmético en spas—, que es el que estamos impulsando por la cercanía con Huatulco y Puerto Escondido”, mencionó Sotelo.

El Santuario de los Girasoles es, además de un campo experimental, una escuela del campo. En él hay también instalaciones del Centro de Validación y Transferencia de Tecnología Rural —creado por Sotelo—, por lo que además de fomentar el turismo, promueve el desarrollo de capacidades y la ciencia (ahí se validan diversas variedades resistentes a la sequía y se brinda capacitación en Agricultura Sustentable).

Raymundo Hernández, uno de los estudiantes de la Universidad Tecnológica del Centro de Veracruz (UTCV) que hace su estadía profesional en el centro —está desarrollando un proyecto para que, con hongos, el girasol asimile mejor los nutrientes—, comentó: “de donde yo vengo están acostumbrados al monocultivo de caña azúcar, pero eso degrada el suelo. Por eso me llamaron la atención las innovaciones que se están desarrollando acá y decidí salir de mi estado. La idea es aprender buenas prácticas y llevarlas a mi zona”.

Actualmente, en el Santuario de los Girasoles de Oaxaca se hacen evaluaciones para saber qué modelos de rotación de cultivos son los más accesibles y los más competitivos para los productores (se trabaja con maíz, leguminosas, oleaginosas, cítricos y piña). Para tal efecto, se colabora con el Hub Pacífico Sur (del CIMMYT) y diversas universidades —como la UTCV, la Universidad del Mar, la Universidad Autónoma Chapingo y la Universidad de la Costa—, involucrando además a los propios productores.

“Con ganaderos se hizo una evaluación, y ha habido bastante interés de su parte para utilizar el girasol como una alternativa forrajera, así como de amas de casa para producción de flor de corte, todo en rotación. A los grupos de mujeres los hemos estado capacitando. Con ellas hicimos una pequeña evaluación de girasoles ornamentales, pues su objetivo es ofrecerlo a florerías como apoyo a su economía familiar”, finalizó Esteban Sotelo Mariche.

Para saber más sobre la diversificación de cultivos, suscríbete a este boletín o síguenos en redes sociales, donde podrás conocer más sobre el proyecto usando el hashtag #DiversificaNutreVincula. (https://idp.cimmyt.org/)

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