Estudios en abejas
El grupo de investigadores ha centrado sus estudios en la abeja de la miel (Apis mellifera), y en los abejorros (Bombus impatiens). Estas dos especies, explica Riveros, son las principales polinizadoras en el mundo, y añade que en el estudio con abejorros los colombianos trabajan en alianza con la Universidad de Arizona (EU).
Para hacer los estudios de las abejas, la Universidad del Rosario construyó en 2020 un apiario en su sede de la Quinta de Mutis, enclavada en el barrio 7 de Agosto, una zona de Bogotá conocida por su frenética actividad comercial y de talleres de reparación de vehículos, muy distinto del ambiente campestre ideal para los insectos.
Al colmenar acuden estudiantes de pregrado, maestría y doctorado para desarrollar los experimentos, identificar y evaluar los efectos negativos de los pesticidas y los mecanismos de protección.
El siguiente paso, dice Riveros, es transferir el conocimiento logrado para que inversores puedan desarrollar el producto y pueda comercializarse.
Misión de proteger a las abejas
“La meta es lograr una alternativa al alcance de los apicultores, que reconozca los desafíos enfrentados por los agricultores y que pueda engranarse con otras estrategias de protección de las abejas”, asegura el biólogo.
Recalca que la desaparición o disminución de polinizadores como las abejas afectaría negativamente no solo la cantidad, sino también la calidad y diversidad de la alimentación para los humanos.
Riveros concluye que, si bien los pesticidas son necesarios para proteger cultivos de las plagas, también traen consecuencias letales para los polinizadores y generan efectos como temblores, fallas de aprendizaje y memoria, capacidad para orientarse y debilitamiento en el sistema inmunológico de las abejas.
Fuente: Forbes