El congelador es uno de nuestros mejores amigos, aquí puedes colocar casi todas las preparaciones que cocinas: guisados, pan, verduras, frutas, carnes y pescados. Pero también hay otros ingredientes que tal vez no sabías que bien envueltos puedes congelar, como el aguacate o los huevos.

En una bolsa de sello hermético coloca los huevos previamente batidos. Les puedes agregar un poco de leche. Sella muy bien la bolsa y congela. Ahora puedes tener huevo revuelto en cualquier momento. Para descongelar simplemente pasa al refrigerador una noche antes.

No es recomendable congelarlo completo y con cáscara, pero lo puedes machacar con jugo de limón y colocarlo en una bolsa de sello hermético. También puedes sólo colocar la pulpa en rebanadas. Descongela por la noche.

Si compraste queso parmesano en bloque y te sobró demasiado, puedes rallarlo y ponerlo en un contenedor de sello hermético. Úsalo congelado para rellenar pan, o bien saca una porción y descongela en el refrigerador.

Si te sobraron papas cocidas puedes congelaras en una charola, de preferencia por separado, y una vez que estén duras coloca en un bolsa. Descongela en el refrigerador y utiliza para un puré o sopa.

Una vez limpios los hongos, coloca en un bowl con mantequilla derretida, cebolla en cubos y epazote o hierbas de tu preferencia.

Al igual que la papa hay que cortarlo antes y congelarlo por separado en una charola. Después, reparte en bolsas o contenedores y saca los lotes para tus smoothies o desayunos. (https://foodandwineespanol.com/)