Históricamente México importa este cereal de Estados Unidos y Canadá, predominando las compras de origen estadounidense; sin embargo, en los últimos cuatro años se han realizado importaciones de Ucrania, Francia, Argentina, y Rusia.

El escenario en México para la producción de trigo no es alentadora, pues ésta ha ido a la baja y para el presente año se estima que llegue a 3.1 millones de toneladas, pese a que el consumo nacional es de 7.4 millones de toneladas.

Lo anterior ha ocasionado que nuestro país sea un importador de este cereal llegando a las 4.5 millones de toneladas en promedio anual que se trae de varios países para abastecer la demanda interna; a lo que se suma también la exportación que realizan productores, pues se envían al mercado global 1.3 millones toneladas.

Históricamente México importa este cereal de Estados Unidos y Canadá, predominando las compras de origen estadounidense; sin embargo, en los últimos cuatro años se han realizado importaciones de Ucrania, Francia, Argentina, y Rusia, siendo este último el que ha cobrado mayor relevancia en el presente año. Información de Grupo de Consultores de Mercados Agrícolas (GCMA) revela que la mayor participación en las importaciones provenientes de Rusia comenzó en 2013, pues en el 2009 sólo había dos mercados de los que México traía trigo, y estos eran Estados Unidos y Canadá.

En ese sentido, empezó a darse un cambio, y entró Rusia como país proveedor del cereal, con una participación de 6% con la compra de 177,605 toneladas cuyo valor era de 52 millones de dólares.

Para 2014 la venta de trigo a México fue de 458,000 toneladas, lo que representó 12% de las importaciones; y pese a que ha tenido ajustes en los años siguientes, 2018 las importaciones son de 577,791 toneladas, que representan 22% de participación.

Al respecto, Juan Carlos Anaya, director del GCMA, comentó que este comportamiento se da en gran medida “al precio, dado que Rusia tiene excedente, ofrece mejor precio; entonces se trata de un tema de mercado. Las importaciones no obedecen a cuestiones políticas, se trata de tener mejores precios, así sea un dólar la diferencia”. Vale la pena destacar que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos estima que la producción mundial de trigo para el ciclo agrícola 2018/19 sea de 736.3 millones de toneladas, la tercer cosecha más alta de los tres últimos ciclos. (MARÍA DEL PILAR MARTÍNEZ. EL ECONOMISTA)