Sader investiga propiedades funcionales de la tuna “roja lisa”

La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), en colaboración con el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), ha iniciado un estudio sobre las propiedades antioxidantes y funcionales de la cáscara de la tuna “roja lisa”.

La experta del Centro de Investigación Regional Norte Centro (CIRNOC) del INIFAP, Mayra Denise Herrera, señala que, aunque la tuna es comúnmente consumida fresca o utilizada en la preparación de diversos productos alimenticios, las cáscaras, consideradas a menudo como “residuos” agrícolas, son una valiosa fuente de compuestos bioactivos.

Estos compuestos pueden tener un impacto positivo en la salud humana al inhibir los radicales libres, implicados en enfermedades, y la actividad de enzimas digestivas relacionadas con el metabolismo de carbohidratos y lípidos. La investigación revela el potencial hipoglucémico e hipolipidémico de estas propiedades.

El estudio, llevado a cabo en la Huerta Comercial de Nopal “Roja Lisa” en Zacatecas en colaboración con el investigador Jorge Zegbe Domínguez, exploró el efecto del riego suplementario sobre la concentración de fitoquímicos y propiedades funcionales. Los resultados destacan la importancia de la tuna roja, una variedad rica en antioxidantes llamados betalaínas.

México, el principal productor y consumidor mundial de tuna roja, tiene la oportunidad de aprovechar este recurso en beneficio de la salud humana. El dato del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) indica que en 2022 se cosecharon más de 88,000 toneladas de esta variedad, con un valor de 365,289,000 pesos.

En 2022, el Estado de México lideró la producción con 15,800 hectáreas y un rendimiento promedio de 9.8 toneladas por hectárea. Puebla se destacó con 5,541 hectáreas y el mejor rendimiento nacional de 22 toneladas por hectárea. Zacatecas se posiciona en tercer lugar con una superficie promedio de 11,700 hectáreas y un rendimiento de 20 toneladas por hectárea en 600 hectáreas de riego, mientras que en temporal fue de 7.6 toneladas por hectárea.

Los estados de Oaxaca y San Luis Potosí también contribuyen a la producción de este fruto, cuyo sabor y beneficios enriquecen la gastronomía mexicana.

 

Fuente: 2000 Agro

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